La Reencarnación: Ecos del Alma

Dicen que la muerte no es un final, sino un umbral. Como el río que nunca se detiene, el alma fluye de vida en vida, buscando reconocerse en cada reflejo.

La reencarnación no es sólo un mito antiguo. Es la intuición profunda de que lo que somos no cabe en una sola existencia. Cada nacimiento sería una página nueva en un libro infinito, donde lo aprendido se graba en silencios invisibles.

Los encuentros que estremecen, las miradas que parecen reconocernos, los miedos que no entendemos… ¿y si fueran huellas de otras vidas? El alma recuerda aunque la mente lo olvide.

Creer en la reencarnación es atreverse a ver la vida como un viaje eterno. No estamos aquí por azar, sino para pulirnos, amar, y quizá redimir viejas historias. Y cuando partimos, no es un adiós: es un regreso al misterio, para volver una vez más, hasta que el alma despierte del todo.

Al final, la pregunta no es si reencarnamos o no… sino qué semillas dejamos hoy para el jardín de nuestras próximas auroras.

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